Como expertos abogados en accidentes de tráfico en Sevilla, sabemos que por lo general, la mayoría de estos siniestros tienen un responsable claro. Esperamos pacientemente a que el semáforo cambie a verde y somos alcanzados por un conductor despistado que ha decidido consultar el teléfono en el momento menos adecuado. Por suerte no ha habido heridos y tras la realización de un parte amistoso, llega el turno de la compañía aseguradora del culpable de hacerse cargo de los daños.

Por desgracia, este esquema de responsabilidad no se plantea siempre de forma clara. Se pueden dar accidentes de tráfico en los que podemos hablar de más de un responsable.

Ya sabemos que por lo general es el conductor el responsable de todos los daños causados durante la conducción. Pero la indemnización correspondiente puede reducirse si la propia víctima ha contribuido a la producción del daño. La propia Ley de responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor realiza esta presunción en los casos en los que la víctima no utilice o utilice de forma incorrecta elementos de seguridad como el cinturón o el casco.

El punto clave a tener en cuenta es la culpa en la producción del daño.

Pero no siempre puede determinarse que exista de forma clara esta concurrencia de culpas (que así se llama). Tampoco es fácil cuantificar este reparto cuando exista. Aquí es donde toma plena importancia la prueba, como atestados, testimonios de testigos o pruebas periciales. Un claro ejemplo de la dificultad para determinar el grado de responsabilidad está en los choques en cadena.

Además de la prueba, la correcta gestión de la negociación con las compañías y la gestión del procedimiento judicial por un equipo experimentado de abogados de accidentes de tráfico en Sevilla pueden marcar la diferencia. Por eso, desde Ache Abogados estamos a tu disposición para hacer que una situación tan desagradable como un accidente de tráfico pueda resolverse de forma rápida y eficaz.